EDITORIAL
Democracia se deriva del griego, Demos: pueblo y Kratos: poder; que es el poder del pueblo, y ese poder se debe realizar por derecho y hecho a través de ejercer su voto para elegir a sus gobernantes y a su vez debe ser respetado por quienes legislan esas Leyes, por todos los organismos políticos e instituciones públicas y finalmente por quienes rigen los destinos de un país.
En estos comicios del 2012 para la Presidencia de la República, Senadores, Diputados Federales, en algunas entidades Gobernadores y Presidentes Municipales, se llevó a cabo un oneroso dispendio de recursos del pueblo para publicitar las bondades de la tecnología de IFE y sus consejeros; en la compra de 5 millones de votos para Aguascalientes, Nayarit, Sinaloa, Michoacán, Tamaulipas y ¿porque no, también para Atlixco?, por más de 151 millones de pesos, para el “triunfo del PRI” a través de Elba Esther Gordillo. con su proyecto “ÁGORA”, o las miles de tarjetas de débito por 100 pesos y más, que compró el PRI a SORIANA, para coaccionar el voto a su favor, o también a través del Banco HSBC con lo que se descubrió en E.U. por que no aquí en México sobre el lavado de dinero.
¿Para quien se incurrió en estos delitos?. ¿Para beneficiar a un pueblo que está sumergido en el hartazgo de una política neo liberal que lo ha llevado a una profunda pobreza; a un exacerbada ira en los mexicanos que no ven solución a sus problemas; una grave inseguridad, un inacabable desempleo? !No! es para llegar al poder los mismos que se han enriquecido a expensas de ellos.
¿Se puede hablar de un triunfo de la democracia en estos comicios, donde lo declara un Felipe Calderón Hinojosa actual Titular del Ejecutivo, quien no triunfó bajo esa premisa?. ¿Quien no respetó el marco oficial obligado y si anunciar el triunfo de Enrique Peña Nieto, cuando el PREP sólo contaba con el 1.7% del conteo?. ¿Y así el pueblo de México, creerá que realmente habrá democracia con un Presidente de México, joven no solo físicamente sino supuestamente con un PRI nuevo o renovado, en el cual ya no habrá autoritarismo ni presidencialismo sino en un mandato de respeto hacia la voluntad de un pueblo que para empesar reclama que su voto no fue respetado?
¿O que fue impuesto por las poderosas mafias de los medios televisivos; grupos de poder político y empresariales?
¿Acaso no fue una burla el costo y conteo de 143 mil casillas, para que el IFE de los mismos triunfos a quienes no ganaron en las urnas, con el voto libre y democrático de los mexicanos?
Y retomando a Felipe Calderón, quien al final de dar por ganada la elección al candidato del PRI, que hemos mencionado, declaró: “No hay victoria permanente ni derrota para siempre”. A lo que nos permitimos refutarle desde este espacio, que en México, inclusive en estos comicios: ¡El pueblo de México ha sido derrotado siempre!.