Querida amiga, hoy el dolor embarga tu alma, la noche siembra sus simientes de angustia en tu corazón, se te vio tan llena de pesar y pienso que no fui capaz de esconder el mio, por ser la misma fecha de mi pérdida; y creeme que hubiera querido derramar lágrimas no por mi sino por ti, pero me venció el lacerante dolor del recuerdo y no pude evitarlo.
Pero no te dije las fraces huecas de siempre, que hacen más daño que bien, porque quien sufre no admite el consuelo vano, quien pierde a su ser amado, no quiere que le digan que mitigue ese dolor desgarrador que se siente en esos instantes interminables, solo quiere llorar, sufrir y preguntar si fue lo mejor, si debía ser así, si vamos a aceptar su ausencia, si es verdad que el tiempo mitigará tanto daño, tanta tristeza y tango dolor.
Myriam, espero que a ti Dios si te de el consuelo que ha mi se me ha negado, espero que tu seas más fuerte, que el tiempo te ayude, que tus responsabilidades mitiguen tu pena, que tu familia sea el lazo de amor que derrumbe la muralla de esa pérdida irreparable. Desde este espacio y desde siempre deseo la paz para tu corazón.
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